Los aceites esenciales poseen propiedades antiinflamatorias, antisépticas, carminativas, espasmolíticas, emenagogas y ligeramente sedantes. Ésta última acción es reforzada por la presencia de cumarinas y flavonoides.

Las lactonas sesquiterpénicas son responsables de su acción aperitiva, disgestiva y colerética. Para uso externo los mucílagos le confieren propiedades demulcentes y el bisalbolol y camazuleno propiedades reepitelizantes, también es antiinflamatorio, analgésico, cicatrizante y antiséptico.

Se la utiliza en tratamientos de gastritis, colitis, espasmos gastrointestinales, inapetencias, dispepsias hiposecretoras. También para tratar los nervios, la ansiedad y el insomnio infantil.

Se utiliza en forma externa para combatir blefaritis, conjuntivitis, eczemas, neuralgias, heridas, contusiones, aftas bucales, parodontopatías, vulvovaginitis, distrofia de la mucosa vaginal.