Desde Laboratorio Proyar queremos compartir con ustedes la 1º parte de un articulo exclusivo para nuestros clientes, redactado por el Dr. Jorge Alonso. Médico, MN 67.640, Director del posgrado de Fitomedicina de la U.B.A. y Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.
Plantas para Obesidad
La llegada de los días de calor nos suele oficiar de llamado de atención frente a la necesidad de cambio de ropa, en especial cuando la vestimenta archivada en el invierno ya empieza a sentirse más ajustada en nuestro cuerpo. Frente a esta situación, nos quedan siempre dos caminos: o compramos ropa más holgada (lo cual genera gasto de dinero que estaba destinado a otros menesteres) o intentamos algo más saludable y menos costoso que es precisamente bajar de peso.
En la medida que se haya optado por esto último, debemos tomar en cuenta que lo primero que hay que hacer es planificar una dieta adecuada a las nuevas necesidades. No hay ningún tratamiento milagroso que haga bajar de peso sin una dieta acompañante. Si a ello le sumamos actividad física, mucho mejor aún. Cabe señalar que aquellas personas que en el último semestre aumentaron 5 o más kilos de peso, les conviene realizar un análisis de sangre y orina a efectos de evaluar parámetros metabólicos alterados (por ejemplo evaluar tiroides, resistencia a la insulina, colesterol y triglicéridos, etc.). En la medida que aparezcan alteraciones metabólicas, desde luego se deberá reprogramar una dieta y medicación con especialistas.
Ahora bien, si se ha podido descartar alguna alteración metabólica, entonces el camino para lograr bajar de peso habrá de ser más sencillo. Más allá de optar por una dieta baja en calorías y a predominio de alimentos saludables, será necesario elegir algún producto (lógicamente natural) que nos acompañe en esta etapa de descenso de peso programada. Si nos atenemos a la publicidad que nos llega a través de diarios, revistas, medios audiovisuales y redes, veremos que la oferta de productos es muy amplia, y casi todos prometen “milagros” al corto plazo.
Para poder seleccionar un producto que sea eficaz, es necesario tener en cuenta qué mecanismo de acción tiene, ya que es muy diferente trabajar con saciantes, laxantes, diuréticos, ansiolíticos o quemadores de grasas. En líneas generales las publicidades (salvando honrosas excepciones) no se acompañan de explicaciones que indiquen como actúan estos productos. La apuesta de estos productos es la de trabajar a través del impacto visual (fotos de “antes” y “después”, “testimonios”, “cifras de descensos de peso alejadas de la realidad”, etc.). Por eso, es importante que el público consumidor sepa como orientar la selección de un producto adelgazante en función de sus necesidades y de la evidencia científica que los respalde.
Cabe señalar que los productos que se ofrecen en el mercado, son productos naturales registrados como “suplementos dietarios” frente a la autoridad regulatoria. Entre sus componentes se incluyen plantas medicinales, aminoácidos, oligoelementos y fibras principalmente. La forma de presentación es en base a cápsulas, tabletas, polvos para mezclar en agua, soluciones líquidas y cremas reductoras de aplicación tópica. En muchos casos, la formulación incluye más de un elemento, en la búsqueda de lograr sinergias entre sí que potencien el efecto reductor de peso. Hecha esta necesaria introducción, en la próxima entrega llegará el momento de que Ud. lector sepa cómo trabajan los diferentes productos para lograr una correcta selección al optar por alguno de ellos.