Desde Laboratorio Proyar queremos compartir con ustedes la 2º parte de un articulo exclusivo para nuestros clientes, redactado por el Dr. Jorge Alonso. Médico, MN 67.640, Director del posgrado de Fitomedicina de la U.B.A. y Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.

Impotencia Sexual (Parte 2) Ver primera parte

Entre las primeras plantas medicinales empleadas científicamente como afrodisíacas cabe mencionar al Yohimbo (Pausintalia yohimbe) una especie africana cuyo alcaloide principal denominado yohimbina, ha sido empleado vastamente antes de la aparición del Viagra®. Este alcaloide es un bloqueador (antagonista) de los alfa-2-adrenorreceptores, mejorando así la llegada de flujo sanguíneo al pene, pero por ese mismo mecanismo termina generando varios efectos colaterales, especialmente a nivel cardiovascular. Otro problema, era que solía darse inyectable directamente sobre los cuerpos cavernosos del miembro viril, lo cual no solo era incómodo, sino doloroso. Con el advenimiento de la famosa pastilla “azul”, la yohimbina ha dejado de usarse.

Entre las plantas medicinales más reconocidas figura la Damiana (Turnera difussa var. afrodissiaca). Fue muy empleada en calidad de tónico nervioso, energizante físico y como reconstituyente frente a los excesos del alcohol y del sexo por parte de los nativos del sur norteamericano, en especial los de México, donde le habían asignado el nombre de hierba de la pastora. En 1850 era exportada desde México a EE.UU y a partir de 1874 hacia Europa. Ese mismo año las droguerías de Washington comenzaron a vender botellas de 8 onzas con tintura de damiana a dos dólares cada una, en calidad de afrodisíaco por excelencia. En lo concerniente a la actividad afrodisíaca, no se han encontrado sustancias de tipo hormonal responsables de dicho accionar. Esto es bueno desde el punto de vista fisiológico, ya que los compuestos de tipo hormonal pueden traer consecuencias negativas para el organismo (tumores por ejemplo).

En tanto, se sostiene que el efecto estimulante sobre el sistema nervioso central y la acción ligeramente irritativa del aceite esencial sobre el tracto urinario (dando mayor sensibilidad a la eyaculación), podrían ser responsables de esta actividad conferida por el uso popular. Los estudios en roedores confirmaron una mayor actividad copulativa en aquellos animales con baja perfomance sexual.

Dentro de la medicina china, tiene un uso legendario el Ginseng (Panax ginseng). Esta planta cuenta con una alta tradición de uso como energizante y revitalizante general. Se emplea la raíz, la cual es rica en saponinas conocidas como ginsenósidos. La mayoría de los estudios clínicos mencionan un incremento de la energía vital del organismo, mayor resistencia al cansancio físico y mental, mayor estado de alerta, efectos antioxidantes y reguladores de la elevación de la glucemia (todos ellos de alguna manera se vinculan a merma de la actividad central). En mujeres se ha observado también un moderado efecto estrogénico, útil en la edad de la menopausia. Los estudios en ratas demostraron promover mayor producción de espermatozoides, en tanto en los ensayos en humanos se verificó mayor movilidad de los espermatozoides y mejoría en el tiempo en alcanzar la rigidez del pene. También habría un discreto estímulo en la producción de óxido nítrico, que genera mayor flujo de sangre en los cuerpos cavernosos.

Una especie que se emplea muy a menudo como afrodisíaca es la Maca del Perú (Lepidium peruvianum). Se utiliza la parte subterránea (hipocotilos) demostrando reducir el tamaño prostático en el hombre, y mayor libido en la mujer. Los pacientes diabéticos también han demostrado beneficios al consumir Maca (recordar que la diabetes condiciona una merma de la erección). En la mujer, además, reduce los calores y sofocos de la menopausia. En animales (especialmente ganado) se observó mayor número de crías, lo cual posiciona a la maca como planta para mejorar la fecundidad. Estos efectos no se relacionan con cambios hormonales, lo cual es siempre una ventaja a la hora de evaluar efectos adversos.

El Abrojo (Tribulus terrestris) es otra de las especies promisorias, ya que uno de sus componentes activos más importantes (protodioscina) ha demostrado efectos similares al Sildenafil (Viagra®) al actuar estimulando la producción de óxido nítrico a nivel de cuerpos cavernosos del pene. El abrojo tiene ya varios ensayos clínicos y suele venderse con éxito en forma de suplemento dietario, con estandarización en protodioscina. Una planta interesante, promovida por la medicina ayurvédica, es el Fenogreco (Trigonella foenum- graecum) cuyas semillas son un excelente hipoglucemiante. Los ensayos clínicos con extractos de fenogreco demostraron un promedio del 82% de beneficios medibles en cuanto a potenciación de la libido, erección y mayor tiempo de orgasmos.

Especial atención han tenido en los últimos años los aminoácidos, especialmente la L- Citrulina y la L-Arginina. La Citrulina la encontramos en la sandía (principalmente) y en menor escala en los melones, cebollas, ajo y algunos frutos secos. Una vez ingerida se convierte en arginina y luego de un paso metabólico, termina transformándose en óxido nítrico, el relajador de los vasos del pene que permiten la llegada de mayor flujo sanguíneo a la región. Su suplementación en hombres (1,5 gramos diarios) ha mejorado la disfunción eréctil leve, con mejorías que rondan el 50% en las escalas de valuación de la rigidez peneana.

Respecto a la L-Arginina, se trata de un precursor directo del óxido nítrico, pero los ensayos clínicos han demostrado que para observar beneficios francos, son necesarios entre 5 y 7 gramos diarios de este aminoácido, lo cual genera un alto consumo de cápsulas diarias. En algunos gimnasios se venden suplementos de arginina en polvo, lo cual facilita el consumo, al poder ser agregados a jugos, batidos, etc.

Para finalizar, mencionaremos a la DHEA (deshidroepiandrosterona), una hormona producida normalmente en glándulas suprarrenales, y en menor proporción en hígado. Con el correr de los años merma su producción, de ahí que la consumen tanto hombres y mujeres, lo cual permite una mayor producción de hormonas sexuales, especialmente en menopausia y andropausia. Más allá de los beneficios sexuales, se han observado mejorías en casos de depresión, envejecimiento de la piel, insuficiencia cardíaca y agotamiento físico. Se debe tomar por cortos plazos, tratando de no sobrepasar los 50-100 mg diarios por vía oral. También se emplea en parches cutáneos e insertos vaginales.