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  • Longevidad Humana (Parte 2)
  • 11/09/2023
  • Desde Laboratorio Proyar queremos compartir con ustedes la 2º parte de un articulo exclusivo para nuestros clientes, redactado por el Dr. Jorge Alonso. Médico, MN 67.640, Director del posgrado de Fitomedicina de la U.B.A. y Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.

     

    Productos naturales y longevidad humana (Parte 2) Ver primera parte

     

    La investigación científica comenzó a ensayar diferentes sustancias, encontrando que varias de ellas parecen actuar positivamente sobre la telomerasa. Una de estas sustancias es el cicloastragenol, presente en la raíz de una especie botánica asiática conocida como astrágalo (Astragalus membranaceus). Esta planta es conocida en China con el nombre de huán qi (黃芪) que significa líder amarillo, teniendo larga data de uso tradicional, especialmente como especie adaptógena para la tercera edad (aumentando el rendimiento físico y mental, la inmunidad y disminuyendo la fatiga). Uno de los problemas con el que se cuenta en la práctica, es que la cantidad de cicloastragenol en el astrágalo es muy pequeña, lo que dificulta su obtención, haciéndose por ende, muy costosa.

    En lo que atañe a la obtención de este principio activo, para obtener un extracto de calidad es necesario utilizar astrágalo cultivado en unas condiciones muy particulares. Las raíces deben ser recolectadas al cabo de dos años para que puedan tener tiempo de cargarse de sustancias activas. El proceso posterior de producción también es complejo y costoso. Necesita varias etapas de extracción y de purificación para conseguir concentrar especialmente el cicloastragenol. En la actualidad, los procesos de biotecnología vegetal han permitido la propagación in vitro y la clonación de especies como el astrágalo, facilitando así la obtención de mayor materia prima y mayor cantidad de estos principios activos, lo cual ha permitido que aparezcan ya a la venta suplementos dietarios estandarizados de astrágalo.

    Uno de los hallazgos más significativos es que el cicloastragenol es capaz de reactivar la telomerasa en las células inmunitarias humanas y en las neuronas, lo cual redundaría en beneficios en nuestras defensas y en disminuir las enfermedades neurodegenerativas. En pruebas en animales se constató que el añadir cicloastragenol a la comida de los ratones, estos aumentaban la longitud media de sus telómeros y su proceso de envejecimiento se hacía más lento respecto a ratones normales. En un estudio en humanos llevado a cabo en España en 2016, tomando como base a 97 voluntarios humanos mayores de 53 años, se demostró que tomando una cápsula de cicloastragenol durante 1 año, el tamaño de los telómeros medidos en los glóbulos blancos era mayor comparado a un grupo de pacientes que había recibido placebo.

    En paralelo se ha descubierto que en la raíz de astrágalo aparece otra sustancia que se ha dado en llamar astragalósido IV, la cual actúa sobre la función cardíaca, manteniendo un sistema vascular sano y ayudando a regular la glucemia. También tendría propiedades antioxidantes que ayudarían a mantener la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones.

    Otra especie relevante en la investigación antienvejecimiento, es el té verde (Camellia sinensis), cuyo flavonoide principal se conoce con el nombre de galato de epigalocatequina (cuya sigla es EGCG), de comprobada actividad antioxidante, protectora cardiovascular, reguladora del metabolismo de lípidos y azúcares y reforzadora de la cognición y del sistema inmunitario. Investigaciones llevadas a cabo en 2010 dieron cuenta que la EGCG del té verde ejerce también un papel protector sobre los telómeros. El estudio determinó que aquellos que consumen más de tres tazas de té al día tienen los telómeros más largos que aquellos que lo consumen más que nada ocasionalmente.

    Siguiendo con las investigaciones en el campo natural, se ha encontrado que la carnosina, es otro de los factores antienvejecimiento y protector de los telómeros. Se trata de una proteína presente en los músculos y en el cerebro, la cual es conocida por su alto poder antioxidante, por limitar las reacciones de la glicación de las proteínas y por regular el equilibrio ácido-base. Así, la carnosina consigue hacer frente a los tres factores que agreden a las células y que están ligados al envejecimiento: la oxidación, la glicación y la acidificación. En el año 2004 se pudo descubrir que la carnosina era otra de las sustancias protectoras de los telómeros. De modo similar, aparece otra proteína llamada sirtuina, la cual demostró que puede preservar el funcionamiento celular en situaciones de restricción calórica y estrés. Esto lleva a mayor sobrevida celular. Las semillas de chía, la canela, el cacao, el aceite de oliva, el kale y el vino tinto, demostraron ser activadores de las sirtuinas.

    Un factor a tener en cuenta en todo esto, es un aminoácido conocido como homocisteína, el cual se sintetiza a partir de otro aminoácido: la metionina. Su producción depende esencialmente de la ingesta de productos cárnicos. En la medida que aumenta la homocisteína, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y lo peor del caso, es que según una investigación del año 2008, la homocisteína triplica la velocidad a la que los telómeros se acortan. Una forma de controlar la homocisteína elevada es hacer una dieta a predominio vegetariana o mediterránea, a la vez que se puede agregar ácido fólico más vitamina B12, que logran reducir su incremento en sangre. De este modo, ambas vitaminas logran de manera indirecta, un efecto protector sobre las telomerasas.

    Otro de los productos naturales de interés en esta área, es la curcumina, presente en el rizoma de Curcuma longa. Entre los innumerables beneficios de la curcumina destacan sus poder antiinflamatorio, inmunoestimuante, protector hepático, antitumoral y antioxidante. Recientes estudios constataron que la curcumina prolonga la vida de diferentes cepas de Drosophila malanogaster, conocida como mosca del vinagre o mosca de la fruta, y que suele ser tomada como modelo para ensayos de longevidad. Por último, podemos citar al resveratrol (polifenol presente en el vino, moras, maníes y arándanos) y la quercetina (flavonoide presente en las cebollas, sáuco, manzanas, espinacas, kale, propóleos, etc.). Cuando se administra resveratrol a ratones, el lote que recibió este compuesto tiene mayor expectativa de vida, lo cual parece estar ligado a su efecto protector antioxidante sobre los telómeros. De igual modo demostró prolongar la vida de abejas melíferas y del pez Nothobranchius forzeri. La quercetina demostró un fuerte efecto antioxidante, mejorador de la inmunidad y reductor de los procesos de invasión de agentes tumorales e infecciosos.

    Por último, a nivel solamente experimental, existen algunos trabajos que dan cuenta que compuestos como las vitaminas B12, D3 y K2, los aceites Omega-3, la astaxantina (algas), la coenzima Q-10 y el zinc, demostraron activar in vitro la telomerasa. Demás está decir que no siempre lo visto in vitro o en animales se reproduce en el ser humano, pero es cierto también que es el punto de inicio de una investigación.

     

VADEMECUM / OTRAS DROGAS VEGETALES

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