Desde Laboratorio Proyar queremos compartir con ustedes la 1º parte de un articulo exclusivo para nuestros clientes, redactado por el Dr. Jorge Alonso. Médico, MN 67.640, Director del posgrado de Fitomedicina de la U.B.A. y Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.
Síndrome Premenstrual (Parte 1)
DEFINICIÓN
El síndrome premenstrual (SPM) caracteriza por la aparición cíclica, de uno o más síntomas físicos y psíquicos, inmediatamente antes de la llegada de la menstruación. La intensidad de los dolores puede afectar las tareas diarias: trabajo y relaciones sociales.
Son característicos los cambios en el humor y el comportamiento en el periodo de tiempo que precede a la menstruación (de varios días hasta 2 semanas antes), seguido por un periodo de alivio en la fase posterior a la regla.
INCIDENCIA
El SPM puede aparecer en cualquier momento de la vida reproductora, aunque es más habitual entre los 30 y los 40 años. Tras un embarazo, una intervención ginecológica o con el uso de anticonceptivos, el síndrome aparece con mayor intensidad. Aproximadamente el 80% de las mujeres en edad reproductiva experimentan cambios físicos y del comportamiento en ese periodo, los cuales son considerados normales, sin que en todos los casos estos produzcan incapacidad o malestar en ellas. En el 2 al 10% de los casos los síntomas son lo suficientemente severos como para perjudicar a la mujer en su trabajo, en su estilo de vida o en las relaciones interpersonales.
SINTOMATOLOGÍA
En algunos casos, las molestias impiden a la mujer continuar con sus actividades laborales de manera normal. Las molestias más comunes son:
• Síntomas afectivos: tristeza, ansiedad, cólera, labilidad emocional, irritabilidad, apatía, crisis de llanto o desesperación, paranoias, tendencia autolesionarse.
• Síntomas dolorosos: cefalea, mastalgia (dolor en las mamas), calambres (parestesias) en las piernas y dolores musculoesqueléticos.
• Síntomas neurovegetativos: náuseas, palpitaciones, gastritis, sofocos.
• Síntomas cognitivos: disminución de la concentración, indecisión, reducción de reflejos.
• Síntomas conductuales: falta de motivación, disminución del control de los impulsos, aislamiento social, menor eficacia en el trabajo.
• Otros: ganancia de peso, edemas, pesadez, baja emisión de orina, acné, pelo seco o graso. Pequeños hematomas en la piel de los brazos y piernas, insomnio, hipersomnia (somnolencia), anorexia, ansias de comida, fatiga, letargo. Si la mujer sufre de alergias, éstas pueden exacerbarse durante este tiempo. Lo habitual es que las molestias surjan a partir de la ovulación, continúen hasta el periodo menstrual o regla y desaparezcan una vez terminada la menstruación.
CAUSAS QUE LO PRODUCEN
No se conoce con exactitud la causa de este trastorno, aunque se barajan distintas hipótesis, basadas y relacionadas la mayoría de ellas con los cambios hormonales acontecidos en el ciclo:
• Deficiencia de progesterona
• Exceso de estrógenos.
• Interacciones entre hormonas ováricas y neurotransmisores (ej. serotonina y GABA).
• Trastornos en la producción de otras hormonas (testosterona, prolactina, aldosterona).
• Alteraciones en los niveles de glucosa y prostaglandinas (normalmente en la ovulación aumentan y durante la menstruación descienden).
• Déficit de vitamina B6.
• Estrés y demás factores emocionales (psiconeuroinmuno-endocrinología).
CAUSAS AGRAVANTES
La práctica ha demostrado que determinados factores incrementan el riesgo de padecer el síndrome premenstrual:
• Número de partos: cuantos más hijos se tengan, más posibilidades habrá de padecer SPM.
• El abandono brusco de la toma de anticonceptivos orales es frecuente que produzca molestias cuando se aproxima la llegada del periodo.
• Tras una intervención ginecológica (por ej. ligadura de trompas).
• Antecedentes de preeclampsia grave (crisis de hipertensión grave en el embarazo).
• El estrés intensificaría los dolores durante la regla.
• A partir de los 30 años es posible que las molestias premenstruales se intensifiquen. Irán desapareciendo con la llegada de la menopausia.
• El sedentarismo puede favorecer la aparición del SPM.
Continuará en segunda parte.