Desde Laboratorio Proyar queremos compartir con ustedes la 2º parte de un articulo exclusivo para Laboratorio Proyar, redactado por el Dr. Jorge Alonso. Médico, MN 67.640, Director del posgrado de Fitomedicina de la U.B.A. y Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.
Trastornos de Ansiedad – Insomnio (Parte 2)
Definimos como ansiedad al estado emocional en el que se experimenta una sensación de angustia y desesperación permanentes, por causas no conocidas a nivel consciente. Puede afectar a personas de todas las edades y sobre todo a aquellas que están sometidas a una tensión familiar o laboral constante… Ver primera parte.
Drogas vegetales con actividad ansiolítica
De todas las drogas vegetales estudiadas hasta la fecha, la mayoría de ellas demostró interactuar con los receptores GABA de manera similar a las benzodiacepinas, aunque con una potencia farmacológica menor. Esta aparente “desventaja”, puede ser beneficiosa para el paciente, ya que si el problema a tratar es ocasional o producto de un hecho circunstancial, el hecho de dar algo suave, es mucho mejor que dar de entrada una sustancia química capaz de generar adicción o dependencia. Lo bueno es que la dosis del producto natural puede subirse sin inconvenientes (según la necesidad), y no genera ni somnolencia, ni pérdida de reflejos, ni adicción, ni síndrome de abstinencia al querer dejarlo.
Claro está que la prescripción de una medicación siempre depende del tipo de paciente que tengamos enfrente y del grado evolutivo del proceso patológico. Ante ataques de pánico generalizados o situaciones de extremo estrés nervioso, indudablemente deberemos recetar una benzodiacepina sintética ya que de no hacerlo, puede resultar peligroso para el paciente el hecho de no tener un elemento de control. En cambio, ante nerviosismos simples, o como método preventivo de un ataque de pánico, podemos utilizar sedantes de origen vegetal:
Valeriana (Valeriana officinalis)
Probablemente la planta con mayor tradición hipnosedante y de mayor potencia farmacológica, respecto al resto. La parte utilizada es la raíz, sitio donde se encuentran varios componentes activos: aceite esencial, iridoides, etc. Los estudios llevados a cabo en animales demostraron un buen efecto ansiolítico, inductor del sueño y hasta anticonvulsivante. Esto último podría ser indicativo de aplicación de la valeriana en el manejo de pacientes con epilepsia, algo que se utilizó mucho en época de los romanos, y que en mi experiencia personal, me dio muy buenos resultados con varios pacientes. Es interesante resaltar que las dosis para manejo de ansiedad con la valeriana se sitúan en torno a los 200-400 mg/día, mientras que en insomnio se requiere exactamente el doble. Resulta importante señalar que una dosis oral de 400 mg/día produjo un interesante efecto pre-anestésico reduciendo la ansiedad de pacientes que iban a ser sometidos a una intervención quirúrgica.
La combinación de valeriana con otras drogas vegetales como ser lúpulo o melisa ha demostrado efectos sinergizantes entre sí, mejorando tanto los trastornos de ansiedad como la calidad del sueño. La valeriana forma parte de un selecto grupo de hierbas empleadas en pacientes con historia de abuso a psicofármacos y alcohol. También resulta útil en el manejo del estrés.
Pasionaria o Pasiflora (Passiflora coerulea / P. incarnata)
En nuestro país una de las pasionarias más empleada popularmente es Passiflora coerulea, aunque la gran mayoría de estudios realizados con este género fueron hechos con la especie europea P. incarnata. Un primer estudio doble ciego sobre 166 pacientes con problemas de ansiedad y/o insomnio demostró la utilidad del extracto de Passiflora incarnata en estos casos. Los compuestos flavónicos presentes en ella (especialmente la crisina) serían responsables de su acción terapéutica. La pasionaria presenta la cualidad de generar un sueño similar al fisiológico acompañado de un despertar rápido, sin embotamiento o borrachera matinal. Suele sinergizarse con valeriana, lúpulo, melisa o tilo en casos de insomnio.
Lúpulo (Humulus lupulus)
Otra especie europea de alta tradición sedante, siendo incluso utilizada en la elaboración de cerveza. Contiene humulona y lupulona, las cuales al oxidarse generan el compuesto 2-metil-3- buten-2-ol que sería responsable en gran parte de los efectos sedantes. Existe en Europa una costumbre popular de incorporar los estróbilos de lúpulo en almohadones e inhalar su aroma durante el reposo nocturno. La combinación de lúpulo y valeriana demostró mejorar la calidad del sueño en pacientes con insomnio, lo cual habla de un efecto sinérgico entre ambas hierbas.
Melisa (Melissa officinalis)
Planta de origen europeo y cultivada desde la Edad Media, la melisa no solo goza de excelentes propiedades sedativas, sino también digestivas y antimicrobianas. Las pruebas en animales ya demostraron menor ansiedad tras su suministro. La actividad tranquilizante de una infusión de manzanilla y melisa pudo ser evaluada en un ensayo clínico con 22 pacientes, observándose al cabo de unas pocas semanas un 68% de mejoría (considerada entre excelente y buena), mientras que solo un 8% fue reportado como nulo. La eficacia de la combinación de melisa y valeriana en comprimidos, fue puesta en evidencia a través de un estudio clínico en 98 personas con insomnio, a lo largo de un mes (120 mg de valeriana y 80 mg de melisa) en una dosis de 3 comprimidos diarios, revelando un 33% de mejoría en la calidad del sueño comparado al 9% del grupo placebo. Es importante señalar que la melisa no debe ser suministrada a personas con hipotiroidismo.
Tilo (Tilia platyphyllos / Tilia cordata)
Quizás de todas las especies citadas, el tilo sea la especie con menor poder ansiolítico e hipnótico. Sin embargo, es un infaltable constituyente de tisanas sedativas, donde parece sinergizar la actividad de otras plantas con idéntico fin. El tilo, de hecho, tiene también muy buenas propiedades para el árbol respiratorio, como antitusivo y expectorante.
Naranjo Amargo (Citrus aurantium)
De origen asiático, el naranjo amargo ha sido empleado desde hace años en el manejo de la ansiedad e insomnio, a partir de los principios activos presentes en su cáscara. En sus flores hallamos componentes del aceite esencial tales como el linalol, acetato de linalilo, nerol y geraniol los cuales demostraron efecto sedante y ligeramente hipnótico. En ese sentido es muy empleada el agua de azahar (obtenido del destilado de las flores) como sedante y antiespasmódico. Las flores también contienen un flavonoide conocido como hesperidina (empleado en la industria licorera y como venotónica) el cual genera reducción de la ansiedad y actividad miorelajante.
5-HO-Triptófano
Se trata de un aminoácido esencial, cuyas fuentes dietarias las podemos encontrar en el vino tinto, maníes, banana, almendras, semillas de sésamo, girasol y calabaza, entre otros. El triptófano es precursor de serotonina, un neurotrasmisor relacionado con el relax, la tranquilidad y el buen dormir. También se aplica con éxito en casos de fibromialgia.
L-Teanina
Este aminoácido presente en las hojas de té (principalmente el verde y el negro), genera relajación, a través de mayor producción de serotonina y reducción del ácido glutámico (que es neurotóxico). Combina muy bien con el 5-HO-Triptófano. A diferencia de las otras plantas, no actúa sobre el receptor GABA sino que lo hace por vías indirectas diferentes.