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  • Plantas para obesidad (Parte 2)
  • 12/03/2024
  • Desde Laboratorio Proyar queremos compartir con ustedes la 2º parte de un articulo exclusivo para nuestros clientes, redactado por el Dr. Jorge Alonso. Médico, MN 67.640, Director del posgrado de Fitomedicina de la U.B.A. y Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.

    Plantas para Obesidad

    Continúa de Plantas para Obesidad (Parte 1).

    Productos saciantes:
    Se trata de productos que en su cometido buscan generar un efecto saciante o de plenitud previo a las principales ingestas. En este grupo vamos a mencionar a las algas marinas (fucus, espirulina, laminaria, etc.) y las fibras (psyllum). Las algas marinas, en su conjunto presentan un componente gelatinoso conocido como ácido algínico. Este ácido es un mucílago que en contacto con el agua, logra una rehidratación muy importante que logra ocupar buena parte del estómago. De ahí que el mejor efecto para lograr la saciedad o plenitud, es consumir estas algas con una buena cantidad de líquido (al menos 250 ml = 1 vaso) una media hora antes de cada comida principal. El efecto saciante (logra generar la sensación de estómago lleno) dura unas 3 horas, y luego se va perdiendo. De ahí la importancia de seguir la dieta fuera de horario. 

    En el caso del psyllum, es importante señalar que las semillas de esta planta contienen también una sustancia mucilaginosa que logra efectos saciantes tomadas con abundante líquido, a lo que agregan un efecto regulador del tránsito intestinal en su posterior pasaje de estómago a intestino. Por otra parte, el psyllum ya en el intestino oficia de barrera que impide los ingresos masivos de grasas e hidratos de carbono, logrando recudir la resistencia a la insulina y el aumento del colesterol que suelen tener muchos pacientes obesos. Por último, se puede mencionar al mango africano (Irvingia gabonensis) el cual tiene un mecanismo más complejo

    Quemadores de grasas:
    Se conoce con el término de “quemadores de grasas” a aquellas sustancias que logran acelerar el gasto energético, a sabiendas que al hacerse una dieta pobre en calorías, el organismo debe buscar como fuente de energía la combustión de hidratos de carbono y en segundo lugar, de grasas almacenadas. El fin de estos productos es evitar la oferta de formación de ácidos grasos que anden circulando por sangre, con el peligro que ello conlleva. Esto es un claro ejemplo de que la dieta debe acompañar al producto para lograr su fin. ¿Cuáles son los quemadores de grasas que mejores resultados ofrecen? Entre estos productos destacan los que contienen metilxantinas y cuyos máximos exponentes son: el café verde, el té verde, el té blanco, el té rojo, el guaraná, la yerba mate y la nuez kola. La planta del té (Camellia sinensis) ofrece sus distintas variantes (verde, blanco, rojo, negro, matcha, etc.) que son en esencia, diferentes procesos de fermentación a los que se somete la misma planta.  

    Otras plantas que forman parte de este grupo lo constituyen la garcinia (Garcinia cambogia), la gimnema (Gymnema sylvestre) y la alubia (Phaseolus vulgaris). La garcinia (o tamarindo malabar) es un fruto que ha demostrado intervenir directamente en el ciclo de Krebs, que es la usina de energía celular, logrando interferir en la vía de producción o síntesis de grasas. La gimnema y la alubia son particularmente interesantes, ya que interfieren los procesos metabólicos de los hidratos de carbono, lo que arroja un resultado muy bueno en aquellos que se manifiestan “dulceros” (generan menor apetencia por los dulces). Las cetonas de frambuesa también han logrado la atención científica en esta área, ya que demostraron incrementar los niveles de dos hormonas: adiponectina y la adipocitoquina. Ambas sustancias son muy importantes para la reducción del acúmulo de grasa corporal y para reducir la resistencia a la insulina (característica de obesos crónicos) y grasas elevadas en sangre.

    Otros mecanismos:
    Por último, mencionar al hisopo (Hissopus officinalis) de legendario uso, pero cuyo mecanismo de acción no ha sido del todo dilucidado, las bayas de goji (Licium barbarum) que actúan por mecanismos de reducción de grasas e hidratos de carbono, y la alcachofa (Cynara scolymus) que actúa en la reducción de colesterol en sangre. 

     

    Dr. Jorge Alonso. Médico. Director del posgrado de Fitomedicina de la U.B.A. Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina.

     

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